Carramimbre
Roble
Un referente en su categoría. Destaca por su personalidad y equilibrio. Vino muy afrutado y de cuerpo medio. Aromas a frutos rojos y ligero toque de madera. En boca destaca nuevamente la fruta y su frescura.
Crianza
Un buen ejemplo de vino de la Ribera del Duero: de entrada es potente y luego muestra su elegancia y equilibrio. En nariz se aprecian toques especiados de la barrica americana (vainilla especialmente) y finos tostados de la madera. Al paladar se muestra muy equilibrado y sabroso. Para degustar ahora o en los próximos cinco años.
Reserva
El vino perfecto para los amantes de los Grandes Vinos. Procede de viñedos viejos que le aportan fruta negra y su paso por barrica nueva durante dos años le confieren esas notas a cueros, especias y algún toque a torrefactos y café. En boca es largo y persistente con un tanino muy marcado.
Altamimbre
El buque insignia de la bodega. Es una edición muy limitada que sólo sale al mercado si la cosecha alcanza un alto nivel de calidad. Procede exclusivamente de dos pagos de la bodega de viñedos de más de cuarenta años que son mimados por nuestro equipo técnico durante todo el año. Es la perfecta simbiosis entre equilibrio y elegancia.
Realiza la fermentación en un depósito de roble francés y luego envejece en barrica a estrenar de roble francés durante un mínimo de 20 meses. Es un vino aterciopelado y de cuerpo medio. Destaca su tanino redondo y su fruta madura.
Verdejo
Un vino muy fresco y afrutado. De entrada tiene un color muy atractivo en la gama de los amarillos pálidos con un toque brillante que invita a probarlo. En nariz aparece rápidamente fruta tropical y de hueso (melocotón) y es también algo floral. En boca es muy fresco debido a su correcta acidez y de nuevo aparece esa fruta que lo hace muy agradable al paladar.